Se trata de Juan Manuel Maldonado (39), quien había sido señalado como el autor del homicidio de Hernán Cabello (22), ocurrido en la madrugada del 15 de septiembre en una casa del barrio Los Pinares.
En la madrugada del 15 de septiembre de 2015, tres hombres ingresaron violentamente a una casa del barrio Los Pinares y sin mediar palabra mataron a balazos a Hernán Cabello (22) cuando estaba en compañía de un amigo suyo de 15 años. En otro sector de la casa estaban su madre y su hermana. Ellos fueron los únicos testigos del hecho y de sus declaraciones y la reunión de pruebas, se llegó a uno de los sospechosos.
Juan Manuel Maldonado (39) fue detenido tiempo después en Lobería y, pese a que todo parecía indicar que pasaría el resto de sus días en la cárcel, ayer un jurado popular lo absolvió de toda acusación tras considerar que no estaba probada su participación en el hecho.
El juicio oral en el que se ventiló el homicidio atribuido a Maldonado culminó con un veredicto no condenatorio por parte de los seis hombres y las seis mujeres que debieron decidir sobre el caso. El único acusado había llegado al debate tras pasar casi dos años preso, bajo la imputación por el delito de “homicidio agravado por concurso premeditado de dos o más personas”.
Esa figura prevé la condena de prisión perpetua pero, para ello, se necesita que el jurado popular -modalidad de debate adoptada en los últimos años que puede ser escogida por el propio sospechoso- vote por unanimidad en contra del acusado. Los 12 jurados debían considerarlo culpable. Y eso no ocurrió en esta ocasión.
Sin embargo, a Maldonado también podía caberle una imputación menor, como lo explicó el juez Roberto Falcone ante las partes. Esta era la de “homicidio agravado por el uso de arma de fuego”: para que fuera condenado por eso, bastaba con diez votos desfavorables del jurado. Y eso tampoco sucedió.
Es que los doce civiles convocados para impartir justicia en el nuevo marco de la ley procesal de la provincia de Buenos Aires consideraron que la participación de Maldonado en el crimen no fue probada durante el debate. Es decir, para ellos, el imputado no fue uno de los tres hombres que asesinaron a sangre fría a Cabello, y por eso fue declarado inocente.
Hernán Cabello.
Acto seguido, Maldonado recuperó su libertad. Pero cabe destacar que al juicio había llegado señalado -con escasa certeza- por la madre de la víctima. Previo a su detención, la mujer había visto fotografías de jóvenes del barrio Los Pinares, que mantenían conflictos penales y estaban enfrentados entre sí cuando ocurrió el crimen. De hecho, el propio Cabello tenía antecedentes delictivos y su muerte se registró, para los investigadores y por las características del ataque, en el marco de un ajuste de cuentas.
Maldonado fue acusado por el fiscal Leandro Arévalo como uno de los tres agresores. En la antesala del juicio, el investigador y el abogado Sergio Fernández, defensor del sospechoso, acordaron que no se discutiría la cantidad de hombres que habían cometido el crimen, ya que para ambos estaba probado que se trataba de tres.
Finalmente, el jurado resolvió la absolución de Maldonado y actualmente no existen otros sospechosos por el homicidio.
El caso
En la madrugada del 15 de septiembre, Cabello se hallaba con un amigo de 15 años en su casa y en una de las habitaciones estaban su madre y una hermana de sólo 12 años.
De manera repentina, tres hombres ingresaron al lugar y comenzaron a los tiros. Cabello recibió un disparo de escopeta en una pierna y luego un impacto fatal de un calibre 9 milímetros en el pecho.
El adolescente de 15 años que acompañaba a Cabello indicó en su declaración inicial que uno de los que disparó era un policía de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) que había intervenido en el allanamiento de tiempo atrás a esa misma casa, en la causa por el robo de un perro.
El entonces fiscal del caso, Juan Pablo Lódola, debió implementar las alternativas previstas para cuando participan o se sospecha la participación de personal de las fuerzas de seguridad. Si bien los dichos del menor tenían una base débil, el protocolo se activó y la causa llegó a tener un episodio inédito: todos los policías operativos de la DDI debieron pasar por reconocimientos fotográficos. El resultado fue negativo.
Tras descartarse la intervención policial, la DDI tomó el comando de la pesquisa nuevamente y fue atando cabos, hasta encontrar la trama por detrás de los crímenes.
Para cuando se produjo el cambio de Lódola por su par Eduardo Amavet (luego reemplazado a su vez por Arévalo), la policía ya había localizado a Maldonado en Lobería. Como consecuencia, el investigador le solicitó al juez de garantías Juan Tapia su detención.
La policía fue a buscarlo a la casa de la calle Lamadrid al 1000 de Lobería, pero no lo encontró y de inmediato se dirigieron al trabajo que Maldonado había obtenido hacía varias semanas, tras mudarse sorpresivamente desde Mar del Plata. Los efectivos policiales se presentaron en el horno de ladrillos “El Canario”, de Lavalle entre José María Paz y Arturo Illia, y allí lo detuvieron.
De acuerdo a información precisa que llegó a esta redacción, Maldonado era pareja de una hermana de otro adolescente de 15 años acusado que había cometido dos homicidios en el barrio Los Pinares, en el marco de los enfrentamientos mencionados más arriba. En ese contexto también se sospechaba que los otros autores del crimen de Cabello pertenecían a esa misma familia. Pero toda esa hipótesis quedó sin efecto tras el veredicto absolutorio del jurado popular.